Catania es una de las grandes ciudades de Sicilia, con un centro bastante viejo y tráfico intenso y veloz. Con esta descripción de la ciudad y viajando en pleno agosto, con temperatura elevada sin una nube a la vista, con un niño pequeño y además embarazada, la visita al mercado de Catania me daba cierta pereza, teniendo el hotel al lado de la playa. Pero resulta que tengo cierta obsesión por ver algún mercado cada vez que visito un lugar y el mercado de Catania quedaba marcado como imprescindible.
Así que allá fuimos pensando en un caos de coches y en un lío por aparcar. Nada más lejos de la realidad, no se si debido a la suerte o que el mes de agosto también tiene allí sus efectos, llegamos con cierta rapidez y aparcando en una zona cercana.
El mercado de Catania es inmenso. Esta la parte de comida y la parte de ropa. La parte de ropa es bastante parecida a los mercadillos que podemos encontrar aquí, así que no merece la pena dedicar demasiado tiempo y así dedicarnos a la parte de comida.
Encontraremos montones de puestos de frutas y verduras variadas y quesos.
Otros puestos tienen productos también más exclusivos como setas o caracoles.
Pero lo que llama la atención y que difiere de nuestros mercadillos es que también hay en la calle puestos de pescado donde venden almejas, mejillones, gambas, boquerones y el en esta zona famoso pez espada, el cual colocan con la cabeza cortada para que se pueda ver bien su espada.
También hay puestos de carne, así que te cortan el bistec y te filetean las pechugas en plena calle. Todos los productos son frescos y de calidad.
Este es uno de los mercados más bulliciosos que he visto ya que se nota que la gente hace la compra allí, además con el carácter alegre y ruidoso italiano tanto por parte de compradores como de vendedores.
Esperamos que os gusten las fotos y deciros que realmente vale la pena hacer la visita a este mercado.