Con este bizcocho podemos invitar al postre hasta a 35 personas, así que es ideal para fiestas de cumpleaños y otros eventos. Una receta ideal para no tener que hornear dos veces o hacer el doble de cantidad ya que la Thermomix y el molde están aprovechados al máximo. Recordad que también lo podéis hacer con una amasadora o con varillas siguiendo los mismos pasos (excepto la temperatura del paso 2, pero nos saldrá bien igualmente bien).
Ingredientes:
- 10 huevos
- 450 g de harina
- 450 g de azúcar
- 125 g de leche
- 50 g de aceite de girasol
- Esencia de vainilla (1 cucharadita) o ralladura de 1 limón
- 1 sobre de azúcar avainillado
- 1 sobre de levadura química
- 1 pellizco de sal
- Mantequilla para engrasar el molde (o spray desmoldante)
- Molde de 30x40x7 (si tenéis uno tan grande perfecto y sino uno de aluminio que se puede encontrar en los súpers o en los chinos)
Precalentamos el horno a 170º.
Separamos las yemas de las claras. Colocamos la mariposa en el vaso y montamos las claraz con la mitad del azúcar y un pellizco de sal, 10 minutos a velocidad 3,5 (1 minuto por clara). Reservamos.
Sin lavar el vaso y aún con la mariposa, batimos las yemas con el resto del azúcar, la leche, el aceite y la esencia de vainilla (o ralladura de limón) y el azúcar avainillado, 6 minutos, 37º, velocidad 3,5.
Cuando acabe el tiempo volvemos a programar sin temperatura, 6 minutos, velocidad 3,5.
Una vez finalizado, añadimos la harina y la levadura y programamos 30 segundos, velocidad 3 (si la masa está muy espesa añadimos 1 o dos cucharadas de claras).
Una vez acabado el tiempo, añadimos toda la masa al bol de claras reservadas y empezamos a mezclar con una espátula con movimientos envolventes para que entre el aire.
Vertemos sobre el molde engrasado con mantequilla o spray desmoldante. Horneamos durante 45 minutos aproximadamente. Comprobamos que pinchando el bizcocho con un palito sale seco y si no es así horneamos unos minutos más, hasta que salga limpio.
Este bizcocho lo podéis tomar sólo o bien con chocolate. También podéis espolvorear azúcar glas por encima para que quede más bonito. En esta ocasión, lo corté por la mitad, lo mojé con almíbar y lo rellené con la misma buttercream de chocolate que hice para el bizcocho del pastel de cumpleaños de mi peque (podéis ver su pastel en el post anterior). Así tuvimos pastel suficiente también para los papás de los amiguitos de Nico (perdonad que la foto no es muy buena, además con el lío del cumple me olvidé de hacer la foto con el buttercream puesto!).