Nos apetece un montón tapear y hoy preparamos una receta riquísima con sabor andaluz con un toque de parmesano que le va genial y que nos ha encantado, de verdad que es una receta que no debéis dejar de probarla.
Ingredientes:
- 1 berenjena
- Harina de freír o maicena
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Miel de caña
- Parmesano
Lavar la berenjena, secar y cortar en rodajas finamente (yo me he ayudado con una mandolina para que queden uniformes).
Colocar las rodajas de berenjena en un bol con agua y sal durante 25 minutos para eliminar el amargor o picor que pudieran tener.
Escurrir bien y secar una a una cada rodaja con papel de cocina absorbente.
Llevar una sartén al fuego con abundante aceite de oliva virgen extra a calentar pero sin que humee.
Enharinar cada rodajita de berenjena sin apelmazar (las he preparado con harina de maíz o también llamada maicena), encuentro que así quedan más ligeras y no contiene gluten.
Ya podemos freír las rodajas de berenjena, que iremos añadiendo poco a poco a la sartén para que no baje la temperatura, sino no nos quedara crujiente. Tal y como retiremos las berenjenas con la espumadera, reposar en papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Me gusta mucho preparar una nube de parmesano con mi Microplane para quesos, pero si no tenéis este utensilio hacerlo con un rallador.
Para este plato usaremos miel de caña que es una melaza que se extrae de la caña de azúcar.
Acabamos emplatando en una pizarra colocando las rodajitas de berenjena con un hilito de miel de caña y la nube de parmesano. Yo no he echado más sal porque soy hipertensa pero os lo dejo a vuestro gusto.
Si queréis todavía aligerar más la receta podéis hornear las berenjenas y como sugerencia también las podéis presentar en forma de palitos.
¡Os va a encantar! ¿Me contáis?