¿Sabíais que se puede hacer una tortilla de patata sin huevo? Pues a partir de ahora ya podréis invitar a vuestros amigos veganos a cenar.
El truco está en que se sustituye el huevo por una mezcla de harina de garbanzo con agua (esta tortilla también la pueden comer vuestros amigos celíacos sin problema ya que la harina de garbanzo no tiene gluten). Con esta mezcla se consigue una textura similar al huevo y tampoco variará demasiado el color.
Lo más sorprendente es que la textura final y el sabor son espectaculares. Para mí la única diferencia es que cuesta bastante más que cuaje y ya se me torraba un pelín por abajo, si te aburre estar pendiente también se puede cuajar en el horno.
Ingredientes para una tortilla mediana:
- 500 gramos de patatas
- 250 gramos de cebolla (no entro en la discusión cebolla si / cebolla no, ¡cada uno como más les guste!)
- Aceite de oliva
- Sal
- 120 gramos de harina de garbanzo
- 300 ml de agua
Primero de todo pelamos las patatas, las lavamos y las cortamos en trozos pequeños y planitos. Igualmente cortamos la cebolla en trozos pequeños. Salamos y freímos todo en aceite de oliva.
Esta parte también se puede hacer en la Thermomix (trocear la cebolla 4 segundos, velocidad 4 / agregar el aceite y sofreír 7 minutos, varoma, izquierda, velocidad 1 / colocar la mariposa y añadir las patatas con sal 13 minutos, varoma, izquierda, velocidad 1).
Mientras preparamos una mezcla de la harina de garbanzo con el agua. Tiene que quedar una textura espesa, más o menos como el huevo. Esta mezcla sería el equivalente a 6 huevos L.
Escurrimos las patatas y cebolla del aceite y en caliente vamos mezclando con la mezcla de harina y agua. Añadimos una cucharada de aceite de freír en la sartén de forma repartida y añadimos toda la mezcla.
Cuajamos primero por un lado y después le damos la vuelta y cuajamos por el otro a fuego medio. Tarda un poco más en cuajar que la de huevo, aproximadamente 10 minutos por cada lado, vigilad que no se pegue ni se queme.
¡Esta tortilla os va a sorprender seguro!