En mis viajes siempre me gusta traer algún recuerdo típico que sea comestible 🙂 y esta vez lo tenía muy fácil en Tallinn (Estonia), allí podemos encontrar el chocolate Kalev como más popular y también el mazapán. Un detalle ideal para traerte de vuelta a casa, si consigues resistirte y no te lo comes antes de llegar a destino.
Kalev fue fundada originalmente en 1806 en el lugar en el que se encuentra el café Maiasmokk, en el corazón de Tallin en el barrio de Rotermann. El café Maiasmokk es el café más antiguo abierto desde 1864, donde venden el chocolate Kalev y figuritas de mazapán de colores, hechas por la pintora de mazapán Külli Mihkla.
Además de poder degustar sus exquisiteces, en el café encontramos una sala con la historia del mazapán y disponen de una colección de unas 200 figuras hechas con moldes muy antiguos, incluso tienen una de las muñecas más antiguas conocidas.
Vale la pena visitar el café no solo por su pastelería y bombonería sino también por su decoración mantenida durante casi un siglo, eso sí, es un lugar bastante concurrido por lo que tendréis que tener un poco de paciencia.
Muy cerca de aquí tenéis otra visita obligada, la Farmacia Rådhusapoteket, que es la farmacia más antigua de Estonia y venden productos de la época medieval como jugo de momia 🙂 , polvo de erizos quemados, polvo de murciélago y otros más, con el fin de curar enfermedades.
Digo las más antigua de Estonia porque me contaron en la visita guiada que era la más antigua de Europa pero esta misma historia me la contaron de otra farmacia en Dubrovnik (Croacia).
Incluso se puede encontrar botellas de una marca de vino llamado Klarett con supuestos fines médicos (en un vino azucarado y especiado). También podéis encontrar dulces, galletas y mazapán.
No dejéis de visitar estos lugares si tenéis oportunidad.