Primero de todo, explicaros que la cebolla confitada y la cebolla caramelizada no son los mismo. En muchos sitios se equivocan y dan una por la otra o indican que es lo mismo, cuando esto es incorrecto.
La cebolla confitada se hace con cebolla, sal y aceite. La sal es al gusto y el aceite el suficiente para cubrir la cebolla (aproximadamente 100 ml.)
En el caso de la cebolla caramelizada, son algunos ingredientes más:
- 1/2 kg de cebolla (aproximadamente 3, yo uso de Fuentes de Ebro).
- 50 ml. de aceite de oliva.
- 50 ml. de brandy (también puede ser un vino tinto o un vino dulce).
- 50 gramos de azúcar moreno.
Tanto una como otra tardarán en hacerse unos 35-45 minutos, pero si tenéis Thermomix os va a ayudar muchísimo porque lo metes todo dentro y te olvidas, sin tener que vigilar que se queme. Si no tenéis Thermomix pues paciencia y mucho control de la cebolla a fuego medio-bajo.
Ponemos la cebolla en el vaso y trituramos 2 segundos, velocidad 5. Añadimos el aceite, el brandy y el azúcar y programamos 35 minutos, Varoma, velocidad cuchara. Pasado el tiempo ya estará lista, no obstante probamos y si lo consideramos ponemos 5-10 minutos más.
Tanto la cebolla confitada como la cebolla caramelizada se pueden guardar en tarros dentro de la nevera. Se conservan bastante, y aunque seguramente le daremos salida en seguida, la cebolla caramelizada al llevar el azúcar que es conservante nos aguantará bien seguro durante un mes (la cebolla confitada menos tiempo).
También podemos calentar los botes al baño maría durante 20 minutos para que haga el vació de modo que nos duraran aún más tiempo.
La cebolla confitada se puede usar como acompañamiento en múltiples platos y ensaladas. La cebolla caramelizada va estupenda para las hamburguesas, también las ensaladas, y para acompañar con foie o queso de cabra.