Esta receta hace que vuelva a mi infancia, cuando mi madre me preparaba este plato con todo su cariño y yo siempre se lo agradecía porque me encantaba y que ahora sigue siendo uno de los pescados que más me gustan.
Como receta no tiene ninguna complicación, pero ese recuerdo merece un rincón en nuestra web.
Me gustaría mucho que les preparéis este pescado a vuestros hijos, es muy adecuado para ellos, además ellos agradecerán su sencillez y que no contiene espinas.
Os contaré como anécdota que en uno de mis viajes a Asturias descubrí que en esta zona al rape lo llaman pixin, y el pescado fresco allí es estupendo, yo me puse las botas, también me comí un rodaballo espectacular en Oviedo en un restaurante de la Calle Gascona también llamada Calle de la Sidra. Aixx que se me cae la babita de pensarlo, jeje.
Seguro que ahora nos hemos vuelto tan sibaritas que tendríamos que llamarlo pixin en tempura o crujientes de rape, pero para mí sigue siendo el rape rebozado de mi madre.
Ingredientes para 4 personas:
- 1 pieza de rape (aprox. 12 rodajas)
- 100 g. de harina aprox. para freír pescado
- 1 huevo batido
- Sal
- Aceite de oliva
Pedir a vuestro pescadero que os prepare el rape sin piel y a rodajas, así es como me gusta a mí, pero lo podéis pedir a filetes y saquen la espina central.
Preparar dos platos: uno con harina y el otro con huevo batido.
Poner a calentar una sartén con el aceite de oliva con el fuego fuerte.
Salar el pescado pero no mucho porque el pescado no lo necesita.
Pasar las rodajas de rape por harina y seguidamente por el huevo batido. Bajar la potencia de fuego y añadir el rape que freiremos por un lado y luego le daremos la vuelta.
El rebozado tiene que quedar con un aspecto dorado, jugoso y con puntillitas.
Escurrir con una espumadera al sacar de la sartén y dejar que acabe de soltar el aceite sobrante en un papel absorbente de cocina. Y así con todos los trozos de pescado.
Servir caliente.
¡Sencillamente delicioso!