En mi post anterior os explicaba como hacer unos Nuggets caseros, evitando así comprarlos hechos ya que tienen muchos ingredientes pocos saludables.
Esto pasa con muchos alimentos, en realidad son muy fáciles de preparar, pero el acceso fácil a comida preparada ha hecho que dejemos de hacerlos. Ahora somos muchos los que nos miramos los ingredientes y nos quedamos a cuadros, cuando empresas de renombre nos ponen aceites de mala calidad, azúcares añadidos, glutamato y colorantes entre otros.
Pues después de este rollo deciros que no me ha sigo posible comprar cebolla frita. Ese ingrediente que yo ni usaba hasta que pisé Ikea no recuerdo cuando, donde lo venden en bolsas gigantes. La cuestión es que no he encontrado ninguna marca que no use aceite de palma, así que pensé no debía ser tan difícil hacer una cebolla frita.
Ingredientes:
- 1 cebolla blanca
- 3 cucharadas de harina integral
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Cortamos la cebolla en trozos pequeños y la colocamos en bol (con Thermomix la podéis picar 6 segundos a velocidad 4). Añadimos la harina y mezclamos bien. No hace falta que quede ni pegada ni demasiada, simplemente es para que absorba la humedad de la cebolla.
Freír en abundante aceite de oliva virgen extra bien caliente. No añadir mucha cantidad de cebolla, para que no se pegue toda, mejor hacer tandas más pequeñas. Sacar cuando esté dorada y escurrir sobre papel absorbente. Salar ligeramente. Pasar a otro bol y dejar que se enfríe. Ya veréis que queda crujiente y deliciosa.
Finalmente guardar en un bote hermético y consumir en pocos días.
Se puede usar en hamburguesas, perritos calientes, ensaladas y para una receta austriaca que os colgaré en breve.