Otra receta fantasmagórica para la noche donde las almas de otros mundos vuelven al nuestro, unos cakepops momia y fantasma, que si viene a visitarnos algún zombie nos coja preparados.
Os explico como están hechos: por dentro son de bizcocho genovés desmenuzado y mezclado con Nutella. Después están recubiertos con Candy Melt de color blanco. Por último, están decorados con chocolate blanco para las vendas de las momias, chocolate negro para los ojos, y fondant para la capa del fantasma.
Así que si los quieres hacer necesitarás unos cuantos boles pequeños para fundir los dos chocolates y la cobertura y aparte estirar el fondant.
Los cakepops no son dificiles de hacer, aunque requieren algunos consejos para que no se suiciden las bolas a la primera de cambio:
- La mezcla de bizcocho y Nutella (o también se pueden hacer de buttercream) es a ojo pero el mejor punto es cuando todo el bizcocho ya se queda como una masa bastante ligada. En ese punto no hay que echar más o hará que sean demasiado resbaladizos.
- Una vez hechas las bolas va muy bien enfriarlas para luego colocar los palitos. Yo hago las bolas antes de cenar, las pongo en el congelador y después de cenar ya las tengo listas.
- Los palitos se mojan en chocolate derretido antes de clavarlos en las bolas y luego se vuelven a poner un rato en la nevera para que quede bien sellado (el tiempo suficiente para que el chocolate esté ya seco)
- El candy melt está en su punto de usar justo cuando ya se deshace no hace falta calentarlo mucho más o quedará como un pegote. Un truco es añadirle un poquito de Crisco para que resulte más resbaladizo al untar las bolas. Tampoco hay que pasarse o quedará demasiado diluido.
Si seguís estos consejos, veréis que hacer cakepops es muy fácil y divertido ya que dan mucho juego para decorar mesas dulces y fiestas.
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