Uno de los productos que ha creado mala fama, es el tomate frito envasado: aceites de mala calidad, azúcar en cantidad exagerada para contrarrestar seguramente tomates que no no están en su punto. Nuestra receta lleva azúcar pero muchísima menos y también según nuestros tomates y nuestro gusto personal podemos ir reduciendo su cantidad. Como resultado de todo esto, nos saldrá una salsa muy rica, que nada que tiene que ver con la comprada. ¿Vale la pena hacerla? Probad y nos contáis.
- 2 kg de tomate pera natural (puede ser también tomate en lata triturado que ponga para freír)
- 30 gr de azúcar
- 5 g de sal
- 60 g de aceite de oliva virgen extra
Primero de todo escaldamos los tomates. Para ello calentamos agua hasta que empiece a hervir. Hacemos un corte en cruz en los tomates y ponemos a hervir solo 30 segundos y pasamos a un bol con agua fría.
Quitamos la piel de los tomates, ya veréis que ahora sale fácilmente.
Trituramos los tomates, pueden quedar pequeños trozos, no pasa nada, incluso luego le dará gracia a la salsa
Calentamos el aceite en una sartén y añadimos el tomate, la sal y la mitad del azúcar. Vamos removiendo cada pocos minutos. Como el tomate salpica mucho nos va a ser muy útil una tapa con agujeros. A los 25 minutos, añadimos el resto del azúcar (si lo consideramos) y lo lo dejamos 25 minutos más sin olvidarnos de remover. Este paso se puede hacer cómodamente con la Thermomix a 120 grados, velocidad 2, recomiendo ir controlando a partir de los 30 minutos que no se queme y si es necesario parar antes la máquina.
Cuando falte poco tiempo probamos y rectificamos de sal y azúcar.
El tomate frito se puede congelar, así que lo mejor es aprovechar a hacer buena cantidad.