Las tortetas son otro producto típico de la gastronomía aragonesa y más concretamente del norte de la provincia de Huesca. Por el nombre y su forma, podríais pensar que se trata de un dulce, pero no es así, es un plato principal, que es bastante contundente y que sobre todo se consume en invierno.
Las podemos encontrar blancas y negras. Os voy a explicar que son exactamente, nos os asustéis con algún ingrediente, porque son exquisitas y forman parte de la cultura gastronómica de nuestro país.
Al igual que vimos en el post de las chiretas que son una forma de aprovechar todas las partes del cordero, en este caso se trata de una receta de aprovechamiento del cerdo. Se hacen con la sangre del cerdo que se une con pan rallado, harina y manteca. Las de color blanco no llevan sangre, que se sustituye por manteca. Luego se pueden añadir otros ingredientes, siendo muy popular el anís en grano, a mi me encanta que se note el olor de esta planta aromática.
Con la masa se hacen bolas que se aplastan y en muchas ocasiones se hace un agujero en medio. Las que yo siempre he comido cuando voy a Huesca son de Naval, Barbastro y Graus y siempre tienen esta forma de rosquilla. Luego se hierven en agua y cuando flotan se sacan de la olla y se dejan secar.
Todo este proceso ya estará hecho cuando las compremos en la tienda. Se pueden comprar frescas o envasadas al vacío. Podéis encontrar tortetas y otros productos altoaragoneses en Embutidos Aventín de Graus (www.aventin.es), que es una empresa que se dedica a producir estos productos cárnicos desde 1963. De esta manera las puedes recibir cómodamente en tu casa cuando te apetezcan comerlas.
Las formas tradicionales de comerlas son bien calientes al horno o bien fritas en la sartén. En mi casa siempre se han comido bien calentitas, pero veréis en post siguientes que os vamos a dar también otras ideas que os sorprenderán.