Hace poco fue el 50 cumpleaños de una compañera de oficina y se le hizo un desayuno sorpresa en el que incluimos el pastel que hoy os enseño.
Siendo una edad tan especial quería hacerle un pastel bien elegante, así que opté por el color blanco con una decoración muy fina que ahora os explicaré.
Primero de todo preparé un bizcocho que rellené con una crema de mantequilla o buttercream en esta ocasión hecha con mantequilla normal sin sal a la que le puse un poco de colorante amarillo para que le quedará el color más fuerte.
Para la decoración use fondant blanco y rematé la tarta con una tira de bolitas hechas con el molde de Wilton. Le marqué todo el lateral con forma de rombo y en cada intersección le coloqué una bolita plateada.
Para la parte superior del pastel usé unas calas que hice con pasta de goma, que son unas flores muy elegantes, y un 50 pintado con lustre dorado, que conjuntaba perfectamente con el estambre de las calas. Para acabar de detallarlo, mezclé fondant mezclado con pasta de goma y use el cortador de expulsor de mariposas. Una vez secas las coloqué en diferentes puntos de la tarta.
Fue muy divertido porque la cumpleañera no se esperaba ninguna celebración y se pensaba que iba a una reunión, así que se emocionó un poquito al vernos a todos esperándola, y todos encantados de que le gustara la sorpresa ya que se lo hicimos con mucho cariño.
¡Felicidades Mercè!
¡El próximo post, el viernes, con sorpresa para San Valentín. Y este mes además del post semanal tenemos post extra todos los martes!